Estos roscos tienen un sabor buenisimo y he cambiado el licor de anís por moscatel. El toque de bicarbonato hace que duren mucho más tiempo tiernos. Salen muchísimos roscos con esta receta asi que si lo hacemos con la medida de un sólo huevo ya salen algo más de 20 roscos.
Ingredientes:
3 huevos
3 cucharadas grandes de aceite de oliva por cada huevo
3 cucharadas grandes de azúcar por cada huevo
3 cucharadas grandes de leche por cada huevo
3 cucharadas grandes de moscatel por cada huevo
10 cucharadas grandes de harina por cada huevo (rasas)
8 cucharadas grandes de maizena por cada huevo (rasas)
1 cucharada de levadura por cada huevo
1 cucharadita de bicarbonato.
Preparación:
Se calienta el aceite, se le añade la cáscara de limón y se frie; después se añade una cucharada de matalaúva o anises y se aparta del fuego para que no se quemen, se cuela el aceite y se deja enfriar.
Se baten los huevos con ese aceite, el azúcar, la leche, la ralladura de limón, una pizca de sal y las cucharadas de moscatel.
Tamizar la harina con la maizena y la levadura, añadirla y trabajar la masa; terminar de preparar la masa con las manos y -si es necesario- añadir alguna cucharada más de harina si la masa lo admite (hasta que no se pegue a los dedos)
Dejar reposar la masa media hora, después ir formando los roscos y freirlos en aceite caliente.
Escurrir en papel secante y rebozar en azúcar (un buen truco es meter azúcar en una bolsa, meter los roscos y sacudir la bolsa)
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