Este blog nace de la necesidad de recopilar las recetas que voy haciendo y el gusto de querer compartirlas con todo el mundo

sábado, 29 de noviembre de 2014

MARMITAKO (GUISO) DE MERLUZA Y LANGOSTINOS Y SEMANA DE ADVIENTO

Hoy fui a misa. Suelo ir los domingos a la Ermita de Fabraquer en la Playa de San Juan. Soy la “niña” de la ermita. Todos me miman, me quieren..; el domingo que no voy el sacerdote me “castiga” al siguiente: Anita toca la campana, enciende las velas.. y por supuesto lee la segunda lectura, como siempre.

Pero como digo, algunos domingos no puedo ir, y entonces voy los sábados a mi parroquia, la Iglesia de San Pedro. Los sábados canta el coro de la parroquia, que lo forma la tercera edad en su mayoría, y que a cada tanto que voy me alegra oír que van mejorando a marchas forzadas.
Siempre acaba la misa cantando una salve a la virgen: la Rociera, la de Triana.. castañuelas y un tamboril rociero. Emocionante.
Hoy la misa la ha celebrado Don Antonio. Qué mayor está… me acuerdo cuando íbamos de convivencias con la parroquia a Biar después del post catecismo y ya era él el párroco, y por aquél entonces hace unos 27 años mi padre ya contaba que a él le había dado clases en el Instituto. Me pregunto cuántos años tendrá….
Don Antonio es "de veces": a veces celebra misas de 40 minutos y otras veces sólo la homilía dura más que la misa entera. Hoy ha estado templado. Templado y muy triste.
Empezó la prédica diciendo que tenía que hablar de la preparación para La Venida del Señor y que no se sentía con fuerzas. Ha sido -como él mismo ha dicho- una confesión.  Tantas cosas que pasan, cristianos perseguidos por su fe, gente que pierde sus casas y no tienen dónde ir, y en Navidad la gente se hincha a comer cuando podríamos compartir con los que menos tienen,  y él ora y ora y cada vez llega más gente necesitada a la parroquia y se pregunta: Señor, dónde estás, por qué no me escuchas? Nos ha pedido que oremos por él, para que no pierda la esperanza.
Esperanza. No he entendido el significado de esta palabra hasta hoy. Viendo al Sacerdote me he dado cuenta qué importante es que todos la tengan. No se puede vivir sin ella, y oyendo a Don Antonio se daba uno cuenta que estaba perdiendo la esperanza no en Dios, sino en que Él escuchase sus oraciones.
Ha sido muy triste ver a un hombre desesperado porque no hay esperanza para la gente; y ha sido revelador, porque siempre la pedimos para nosotros, pero no pensamos en la de los demás.
Pero mire Don Antonio, que el Señor no desoye una oración jamás, y hoy le ha concedido lo que tanto ha pedido. A través de usted nos recuerda que Él vino para estar entre nosotros, entre todos, y para recordarnos que lo que le hagamos a los demás, se lo hacemos a Él.
Así que aunque usted no lo lea, ni lo vea, esta Navidad será diferente: no quiero cometer excesos y  meteré un kilo de comida de más en mi carro cada vez que vaya a comprar para dejarlo en Cáritas. 
Y sobre todo me comprometo a orar por usted, para que recupere la esperanza, y por todos aquellos que la han perdido por cualquier causa.

Os deseo un Adviento con esperanza a todos.

Hoy la receta de marmitako es para todos los bolsillos, podéis hacerlo como yo, con merluza congelada, pero que sean medallones para que podáis poner unos trozos un poco gruesos, como en dados.
Podéis ponerle langostinos, gambas o lo que queráis. Éstos también son congelados, pero que sean crudos para que podáis hacer un buen caldo con las cabezas.

Ingredientes para 4 personas:
3 patatas grandes
3/4 medallones de merluza
8/12 langostinos
1 cebolla grande
1 pimiento (no pongo color, el que queráis)
1 tomate, o tres cucharadas de tomate frito
1 diente de ajo
1/2 vaso de vino blanco
1 cucharadita de pimentón dulce
1 hoja de laurel
Sal
Aceite
Agua
Perejil picado

Preparación:
Pelamos los langostinos y en una cazuela con un poco de aceite echamos las cabezas apretándolas bien para que saquen todo el jugo. Añadimos un par de vasos de agua y dejamos que hierva unos minutos. Colamos apretando bien las cabezas o trituramos todo con una batidora y colamos.
En una cazuela ponemos un par de cucharadas de aceite y echamos la cebolla, el ajo y el pimiento muy picadito con un poco de sal y dejamos que se haga todo bien.
Cuando la verdura esté bien hecha (pochada) agregamos la cucharada de pimentón, damos unas vueltas y rápidamente echamos el vino para que no se queme el pimentón (porque si se quema amarga), dejamos que se evapore el alcohol y añadimos el tomate.
Echamos las patatas en rodajas, damos unas vueltas y echamos la hoja de laurel y sal. Añadimos el caldo que habíamos hecho con las cabezas de los langostinos y agua hasta cubrir las patatas (sólo hasta cubrirlas, al ras) 
Dejamos cocer unos 15 minutos y entonces añadimos la merluza cortada en dados y los langostinos, echamos el perejil y dejamos 5 minutos más para que cueza todo junto y servimos.

2 comentarios:

  1. Que delicia, me gusta los ingredientes tan buenos que le pones como la merluza.Bssss

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  2. Pero qué plato más bueno y ahora con este tiempo apetece un montonazo ehh

    besos

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