Hola de nuevo, seguimos con recetas fáciles para hacer en casa. En este caso masa para pizza muy esponjosa.
Hoy en día venden masas para pizza precongeladas, pero la verdad es que podemos hacer en casa una buena tanda y congelarlas o hacer la masa en un momentito y comerlas recién horneadas.
La verdad es que no recuerdo cuándo fue la última vez que comimos pizzas compradas en casa; ni de establecimientos de comida rápida ni de las que venden en los supermercados.
Todos prefieren que las haga yo y nos ponemos de acuerdo en el topping: verduras, atún y cebolla, barbacoa... las posibilidades son infinitas!
Ingredientes para una pizza grande, que ocupa toda la bandeja del horno o 2 pizzas medianas redondas:
300 gramos de harina de fuerza (harina para pan)
144 mililitros de agua
7 gramos de levadura fresca de panadero (o 3 gramos de levadura seca)
3 gramos de sal
1 cucharada de aceite de oliva
Preparación:
En un bol ponemos la sal y encima la harina y el aceite
Calentamos un poco el agua, que esté templada y diluímos en ella la levadura.
Echamos el agua con la levadura por encima de la harina y amasamos bien hasta tener una bola que no se pegue a las manos (no es cuestión de añadir harina, es cuestión de amasar y golpear la masa)
Dejamos reposar la masa hasta que doble el volumen al menos 1-2 horas.
Pasado este tiempo ponemos un papel de hornear encima de la bandeja del horno (o sin papel) y pincelamos con un poco de aceite toda la base.
Extendemos la masa con un rodillo sobre el papel de hornear y le ponemos encima los ingredientes que queramos (la base siempre suele ser salsa de tomate y queso para fundir)
Lo llevamos a horno precalentado a 200ºC/392F calor arriba y abajo durante 20 minutos y listo!
Nota: podéis rellenar el borde de queso: una vez estirada la masa sobre la bandeja del horno ponéis unas tiras de queso para fundir y dobláis la masa tapando el queso haciendo un pliegue. Apretad bien el pliegue con los pulgares para que no se despegue con el calor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario