GALLETAS DE MANTEQUILLA, COLABORACIÓN CONSCIENTE GRANITO A GRANITO Y ADIÓS TOÑO, DUERME EN PAZ.

Hoy las calles de Madrid y los que en ellas duermen están de luto, porque han perdido a un amigo, a un hermano: Toño Batres, un hombre bueno. En este mundo es fácil conocer a buenas personas, pero qué difícil encontrar una persona buena. No es lo mismo, y qué bendición haberla conocido.

Conocí a Toño una fría noche en Madrid, pocos días después de Navidad. Una bloguera de andalucía  iniciaba un voluntariado para ayudar a las personas sin hogar, de la calle, y alguien que ya venía haciendo eso en las calles de Madrid le contestó. Lo vi y pensé.. estas navidades que estaré en Madrid me apunto. Le escribí, me dio su teléfono y quedamos bajo el puente de Segovia, como hacen todos los lunes.

 Me pasé la tarde haciendo bocadillos de tortilla de patata. Qué tarde más bonita, organizamos todo en familia para ir cortando barras de pan, poniendo trozos de tortilla y envolviéndolos en papel de aluminio. 30 bocadillos enormes, unos 5 euros.. a cambio de pasar una tarde en familia y ayudar a los demás. Qué barato sale!

Y allá me fui, a esperar a -me imaginaba yo- cuatro gatos que iban a repartir comida por las calles de Madrid. Qué equivocada estaba! Un gran grupo, todo corazón, de personas maravillosas encabezadas por Toño, que cuenta que es un voluntariado que nace del granito a granito; que entre todos podemos hacer la vida más fácil a los que peor lo pasan.

Toño pasó una mala racha, pero salió y no se olvidó de mirar atrás, al contrario, empezó a organizar salidas  con un grupo para aliviar a los hermanos de la calle. Y es que no sólo era dar bocadillos, caldo, calcetines.. Era hablar con ellos, preguntarles cómo les iban los papeles, si sabían de Manuel que no estaba en los soportales donde normalmente está, despertar al que duerme debajo del puente para asegurarse que toma un caldo caliente y preguntarle qué le dijeron en el hospital... 

Toño TE HAS IDO AL CIELO. Lo puedo decir más alto pero no más claro, porque si al final de los días seremos juzgados por el amor, definitivamente se cumplió en ti aquello de "porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis [..] En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicisteis "

Y aunque hoy sonríes satisfecho del legado que dejas y que continuará con el resto de granitos que seguirán esa labor maravillosa, los habitantes de la noche de Madrid han perdido a su hermano mayor.
Y no quiero terminar esta entrada sin hablaros de ese voluntariado, pequeñas iniciativas de personas estupendas con ganas de ayudar;  esa colaboración consciente de todos los que podáis, económicamente o simplemente acompañando a los grupos que salen, para acompañar y escuchar a esas personas que están, pero que nadie oye: GRANITO A GRANITO en Madrid, Móstoles y Valencia, ahí tenéis el enlace, no lo penséis y colaborad.
"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota" (Madre Teresa de Calcuta)

Ingredientes para las galletas:

250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente

175 gramos de azúcar glass

1 cucharadita de esencia de mantequilla (opcional, podéis cambiar por vainilla o no poner)

1 huevo y una yema batido

550 gramos de harina de trigo normal, tamizada

Preparación:

Batimos un poco la mantequilla y vamos agregando poco a poco el azúcar.

Añadimos la esencia y el huevo con la yema batido lo añadimos poco a poco sin dejar de batir hasta conseguir un puré espeso.

Añadimos la harina tamizada en varias tandas sin dejar de batir hasta que con las varillas no podáis y entonces la trabajáis con las manos sin amasarla demasiado para no calentar la mantequilla, lo justo hasta integrar y conseguir una bola de masa lisa.

Dejamos reposar 1 hora en la nevera.

Cortamos las galletas con ayuda de un cortapastas, un vaso o lo que tengáis a mano y las volvemos a meter a la nevera. 

Os recomiendo que trabajéis rápido la masa sin tocarla mucho y metiéndola en la nevera a cada rato porque si se os calienta la mantequilla se os hará pegajosa y difícil de trabajar.

Precalentamos el horno a 180ºC calor arriba y abajo.

Metemos la bandeja justo en el centro del horno durante 10-15 minutos (depende del tamaño) hasta que veamos que se empiezan a dorar por los bordes.

Dejar enfriar sobre una rejilla (cuidado al pasarlas porque calientes están muy blandas)