Son unas patatas horneadas, no fritas, con bastantes menos calorías que las normales, a base de cereales y sin gluten.
Son perfectas para compartir o para combinar en forma de tapas, pero no os voy a mentir.. si os comeis toda la bosa.. de dieta nada!
Sin embargo el sabor es buenísimo, como las patatas fritas de bolsa, super sabrosas y gracias a su forma se pueden servir como canapés, con lo que son perfectas para cualquier tarde con amigos en casa, siendo light pero sin sacrificar lo bueno.
En este caso las serví con un revuelto de tomate cortado en dados y aliñado con un poco de aceite y oliva y unas huevas de atún.
Como sugerencia de presentación también podeis ponerles encima un trozo de tortilla española, un revuelto de verduras, un poco de ensaladilla rusa... las posibilidades son infinitas!!
Tengo que decir que las que más me gustaron fueron las de queso y orégano!!
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